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Terapia Gestalt

¿Qué es para mi la Terapia Gestalt?

Es un modelo de psicoterapia enmarcada dentro de la Psicología Humanista, cuyo objetivo es la exaltación de la persona, de su libertad, de su existencia. Propone un estudio del ser humano entendiéndolo como un ser consciente, intencional, en constante desarrollo.

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Un ser humano realizado, evolucionado, íntegro y creativo.

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Este modelo terapéutico facilita el paso de un apoyo externo a un auto apoyo. Significando para la persona una mayor creencia en sí misma, desde donde asumir la responsabilidad de su propia existencia.

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Facilita tanto el autoconocimiento como los medios para que la persona se conecte con su propia espontaneidad, creatividad y potencial humano.

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Estando enfocada al impulso del propio crecimiento personal. A través de un conjunto de técnicas y herramientas dirigidas hacia  la integración de un mayor bienestar y calidad de vida.

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La práctica que inspira la Terapia Gestalt es que toda persona puede mejorar su modo de vida haciendo posible el cambio.

¿Cómo te puede ayudar la Terapia Gestalt?

Los beneficios de la Terapia Gestalt son numerosos. Aquí encontrarás algunos de ellos:

 

Te facilita la toma de contacto con la realidad tal y como es

¿para que?

para que tomes contacto con tus propios sentimientos y puedas así crecer, evolucionar.

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Te convoca a vivir en el presente

¿para que?

para evitar tanto la ansiedad sobre el futuro como la fijación en los hechos del pasado.

Sobre el pasado no es posible ejercer acción alguna y el futuro es totalmente incierto.

Solo en el momento presente puedes ejecutar acciones y trabajar en los aspectos que deseas mejorar.

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 Te insta a que tomes responsabilidad sobre tus propios pensamientos y actos

¿para que?

para tomar las riendas de tu propia vida, para que dejes de sentirte a merced de los otros o de las circunstancias externas.

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 Incrementa tu nivel de autoconocimiento

¿para que?

 para aumentar tu bienestar.

Si profundizas en tu autoconocimiento puedes descubrir y así satisfacer tus emociones y necesidades reales.

Se transforma la manera en que asumes y resuelves los conflictos.

Si conoces tus emociones también mejoran tus relaciones interpersonales, se vuelven más sanas y más auténticas.

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A través de la autoconsciencia aumenta la aceptación de quien realmente eres 

¿para que?

para fortalecer tu autoestima, autoaceptación y aumentar tu amor propio.

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El profundo autoconocimiento, la continua conexión con uno/a mismo/a y una autoestima sana generan una confianza fundamentada en la certeza de que todo aquello que parte de ti te pertenece y te define

¿para que?

 para aumentar tu libertad de acción.

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El objetivo general es el de ayudarte a convertirte en un ser humano íntegro y consciente de tu valor

¿para que?

para que seas consciente de ser único e irrepetible, consciente de tus defectos y virtudes y responsable de cada uno de tus actos.

¿En qué se diferencia la Terapia Gestalt de la psicología cognitivo-conductual?

Diversas son las diferencias entre ambas, a continuación puedes encontrar las más relevantes:

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El tipo de relación terapeuta-cliente 

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En T.G. se usa el término «cliente» frente al de «paciente».

Un «paciente» es una persona enferma que va a curarse, alguien que espera. Un cliente acude a consulta, es parte activa de su mejora y no un simple espectador.

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En las sesiones se establece una relación cercana, base a partir de la que se construye la relación terapéutica.

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El rol del terapeuta es acompañar al cliente a encontrar sus propios recursos, respuestas y soluciones. 

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La interacción se da entre iguales, el terapeuta aportando sus conocimientos, experiencia y técnicas, el cliente/a como impulsor de su propio cambio.

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El terapeuta es un acompañante, un guía que en un inicio facilita el descubrimiento de nuevos recursos que se retira cuando la persona es capaz de usarlos por sí sola.

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La formación vivencial de los terapeutas

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 Además de cursar la formación oficial correspondiente en Terapia Gestalt como requisito indispensable debemos realizar un intenso proceso de terapia personal, tanto individual como grupal.

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Esto es fundamental y distinto de otros estilos terapéuticos: al haber recorrido previamente el camino por el que transitan nuestros clientes, el nivel de conocimientos, apoyo y acompañamiento terapéutico es más profundo, cercano y real que el que se puede ofrecer a partir de unos estudios exclusivamente teóricos.

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Apoyo y confrontación

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 Los terapeutas gestálticos apoyamos y reforzamos todo aquello que es positivo para el crecimiento y desarrollo del cliente, y que nace desde su parte sana y favorece su proceso y auto apoyo.

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También confrontamos todas aquellas evitaciones, resistencias y mecanismos neuróticos que entorpecen su proceso y le alejan de su equilibrio y bienestar.

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La confrontación consiste en devolverle un reflejo de sí mismo/a de forma asertiva, clara y amorosa que le ayudará en la toma de conciencia de su parte menos sana.

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Experiencia y emoción frente a racionalización

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 Entender una cosa o lo que la origina no significa saber cómo gestionarla ni afrontarla.

Las técnicas gestálticas facilitan el contacto vivencial de las diferentes emociones para acercarnos a ellas de una manera más completa y profunda. 

En Gestalt consideramos que la persona es un todo formado por mente, emoción, cuerpo y espíritu.  

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 Es válido para cualquiera en cualquier momento de la vida

 

 Es una forma de estar en el mundo, de vivir, que sirve tanto a personas con dificultades concretas como a las que desean aumentar su bienestar sin encontrarse en ninguna problemática determinada.

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El origen frente al síntoma

 

 Muchas personas acuden a terapia por la aparición de algún síntoma  pero un síntoma aparece siempre por una razón, tiene un origen profundo.

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Si la terapia se centra tan solo en mejorar el síntoma, éste volverá a aparecer tarde o temprano, bajo la misma forma o bajo otra distinta, frente al mismo estímulo o frente a otro.

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En Gestalt, consideramos a la persona como un todo y no nos limitamos a tratar el síntoma.

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El trabajo se realiza a dos niveles: uno más profundo en el que buscar y tratar la herida que lo origina, y otro que mejore el síntoma que está produciendo el malestar.

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Evita la interpretación

 

  La función del terapeuta no es la de interpretar lo que le sucede al cliente, sino la de facilitar que éste se conecte con su experiencia y tome conciencia por sí mismo.

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Momento presente frente al pasado

 

Centrarse en el presente facilita el contacto con la vivencia y la responsabilidad sobre los propios pensamientos, sentimientos y acciones, que es el primer paso indispensable para el crecimiento.

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"La meta (de la terapia Gestalt) es por tanto la integración y su método es la ampliación de la conciencia para reapropiarse de lo alienado"

Francisco Peñarrubia

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